Comer Para Perder

domingo, 31 de octubre de 2010

Si, siempre llevo SAL en mi bolsa

La gente siempre se sorprende mucho cuando saco mi salero de mi
bolsa. Verás, me encanta la sal de manera absoluta y la pongo en
todo, por eso me aseguro de tenerla a la mano todo el tiempo.

Antes de me comiences a regañar sobre la presión sanguínea
alta y lo poco saludable que es ponerle sal a mi comida, te voy a
decir un pequeño secreto: ¡La sal es buena para ti!

La gente se asusta cuando ve cuanta sal utilizo y luego se
asustan mucho más cuando les digo que DEBEN de incluir sal a su
plan de alimentación saludable.

Estos son los hechos reales (no sin mencionar que esto es una
noticia para los adictos a la sal de todo el mundo).

El cuerpo humano no puede sobrevivir sin sal (esa es la razón
por la que te ponen una solución salina cuando estás en el
hospital). El sodio es un nutriente esencial que no cuerpo no
puede producir por si mismo, por lo tanto debe de ser consumido.

Aquí radica el problema Baldo. La mayoría de la gente
está consumiendo la clase incorrecta de sal. La única manera de
recibir todos los beneficios  de la sal es comer sal de mar sin
refinar, NO sal de mesa procesada.

El motivo por el que la sal ha adquirido tan mala reputación se
debe a que el 99% de las investigaciones mundiales sobre la sal
se han realizado sobre la sal de mesa comercial, la única sal
que conoce la mayoría de la gente (lo cual es malo, malo, malo).
Algunas de las mejores investigaciones científicas están
escritas en francés, alemán y portugués, y muchos
estadounidenses no las conocen (hasta ahora, ¿verdad?).

Bueno, ya no. La sal de mar sin refinar ha ejercido su magia en
cientos de mis clientes y, no sin mencionar, en MI.

Cuando consideras que la sal de mar ayuda a balancear los
niveles de azúcar en sangre, que es necesaria para la absorción
de las partículas de alimento a través del tracto intestinal,
que puede ayudar a prevenir los calambres musculares, que es
necesaria para fortalecer los huesos, que ayuda a regular el
metabolismo, que ayuda a mantener un equilibrio apropiado de
electrolitos y que apoya al sistema inmune, ¿cómo podrías no
usarla?

¿Qué sal debes de comprar?
Busca sal de mar sin procesar, sin refinar en tu localidad, casi
cualquier marca es buena, pero ten cuidado, si no dice
expresamente que está sin procesar y sin refinar, asume que no
lo está.

Oh, y por supuesto, evita la sal de mesa refinada a toda costa
(a menos que quieras tener la presión sanguínea alta por alguna
razón). Esta es la clase de sal que debemos de evitar como si
fuera la plaga.

Así pues, la próxima vez que alguien te diga que tengas
cuidado con la sal, contéstale “Ponle sal, cariño. Es buena
para ti y de verdad te lo estás perdiendo".
Por Ramiro Ruiz

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